LA CIENCIA DE LA FIGURACIÓN
Recordad que una vez que habéis sostenido la visión de la nube y la habéis entregado a vuestro Yo Superior para que la sostenga él, esto es, a las facultades divinas latentes en vuestro interior, vuestra Presencia Divina lo hará por el período requerido. Con el tiempo encontraréis que el resplandor de la nube bañará suavemente vuestro cuerpo físico, y mientras esto ocurre tendrá lugar una agudización de la mente y un nuevo sentido de percepción de la vida toda en todas partes.
A medida que realicéis este ejercicio ritual de crear la nube a través de la sintonía con el poder creador del universo., convirtiéndoos por ello en co-creadores con Dios, adquiriréis un sentimiento de separación del mundo, como si fuerais meramente observadores de lo que pasa a vuestro alrededor. Esto ocurrirá cuando os permitáis fluir automáticamente hacia el gran poder creador del Macrocosmos.
Esta experiencia de fluir, por la cual la conciencia inferior del hombre fluye hacia la conciencia de Dios, que es más grande, es lo que se conoce como “subir la montaña”. Se la llama experiencia cúspide porque a través de ella el hombre descubre la Cúspide de su ser, el lugar donde el yo inferior se casa con el Superior, y la Materia y el Espíritu se funden.
Por lo tanto, a todo lo largo de este ritual, vuestra conciencia debe permanecer pura, saturada de Amor, consciente del infinito potencial de la mente kósmica de Dios y completamente identificada con todos los moméntum constructivos. Si se introduce aversión o siquiera leve disgusto contra alguien, o el intento de interferir en el flujo del plan infinito a través de cualquier parte de la vida, semejante actividad creará, por supuesto, una situación kármica que resultará de lo más desafortunada para el individuo que permite que sus energías se vean así comprometidas.
Quienes irresponsablemente han utilizado técnicas alquímicas, por ignorancia o con la intención de causar daño a otras corrientes de vida, de hecho se han causado gran daño a si mismo. Otros que albergan sentimientos de crítica, celos e irritación respecto a los actos o logros de amigo o enemigo, pueden causar tanto daño como aquellos cuya malicia es intencional. Las murmuraciones son una de las formas más destructivas de magia negra y pueden causar la muerte física de sus víctimas.
Viendo que todo daño a la larga le regresa al que lo causó, ¿no sería bueno que los verdaderos alquimistas hicieran un voto de inofensividad, reconociendo al mismo tiempo que la defensa de la verdad y la libertad a veces requiere que se haga una elección entre los males menores?
Insto a todos, entonces, a que comprendan la necesidad de atraer el gran designio de Dios para toda parte de la vida. Naturalmente, no podéis esperar que todo el mundo simpatice con vuestras metas.
Después de todo, en la gran escalera de las almas que ascienden progresivamente (deseablemente hacia la luz del propósito) hay muchos niveles de realización.
Nadie debería condenar a los de menor entendimiento o hacer nada que no sea emular a los de mayor entendimiento. Sobre todo, no estéis ceñosos de quienes tienen más éxito que vosotros en la aplicación de la ciencia de la alquimia intermedia. Recordad que es la práctica la que hace al maestro, que es el motivo lo que transfigura el diseño, que es la belleza la que traspasa el alma.
Así, los objetivos amorosos de Dios dan fruto en el hombre tal como Él originalmente lo deseó. Pues el Jardín del Edén era un sitio donde la belleza de la comunión con el SEÑOR y la comprensión de Sus leyes se podían impartir al hombre. Se tenía la intención de que fuera de la más bella de las escuelas en todo el mundo, donde los sueños de Dios pudieran fluir a través de las ramas de los enormes árboles, donde las ondulantes nubes de mañana, mediodía y tarde estarían iluminadas por el resplandor sagrado del sol luminoso, como “luz que alumbrara el día”.
No os lamentéis, que la escuela edénica será restablecida en este día y en esta era para cumplir con el plan del paraíso antes de que la edad de oro se manifieste. Y aparecerá cuando suficientes alquimistas del espíritu se unan en la meta común de dar testimonio de la verdad.
Ahora pongamos nuestra atención en la ciencia de la figuración, porque sin ella nada aparecerá. Encontraréis esta ciencia ilustrada en la historia de Jacob, que se valió de la alquimia para aumentar el número de sus ovejas. La visualización sobre la nube creadora lo que de hecho produce el milagro de la manifestación alquímica.
Si deseáis una apariencia más juvenil, debéis visualizaros con ella. Si deseáis más vitalidad, debéis visualizaros teniendo ya esa vitalidad: los músculos ondulantes de energía de Dios, la mente rebosante de ideas vitales, hormigueante de vida, luz y Amor.
Debéis sentir y saber que las energías de Dios fluyen a través de las puntas de los dedos de las manos y pies, manando hacia el espacio el resplandor de la salud abundante y del rostro transfigurado.
A medida que practiquéis con este ejercicio, se producirá, sin esfuerzo adicional de vuestra parte, un efecto benéfico en aquellos con quienes estéis en contacto. Pero debéis tener cuidado de no buscar reconocimiento por este servicio; si no, como está escrito en el Libro de la Vida. “no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”