Llama de Dios. La llama de Dios; el fuego sagrado; la identidad, ser y conciencia de Dios en y como el núcleo de fuego blanco del ser. Moisés dijo: "Porque el SEÑOR tu Dios es un fuego consumidor." Dondequiera que la llama de Dios está o es invocada por Su simiente, el fuego sagrado desciende y consume (transmuta con su fuego blanco y la acción del Séptimo Rayo, la llama violeta) todo lo que no es su semejanza. Desde el fuego sagrado de Ahura Mazda revelado por Zaratustra, al bautizo "con fuego" de Jesús por el Espíritu Santo, a la percepción del apóstol del juicio por fuego, a la llama eterna de las siete luces de los hebreos, todos los hijos del Uno que quieren retornar a la llama han reverenciado la llameante Presencia de Dios y lo han contemplado en el centro mismo de la gloria de la Shekinah. Y en el corazón aceptan la realidad de la promesa que Él hizo al alma, la novia que espera: "Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella".
Alquimia
Saint Germain.
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