jueves, 31 de marzo de 2016

La Alquimia Más Elevada 1 de 2*

LA ALQUIMIA MÁS ELEVADA

El sentido de realidad y el sentido de deleite con que el estudiante que aspira a crear se concreta en la nube determinan su eficacia. En la alquimia, como en todas las cosas, la duda y la negación destruyen; la fe y la felicidad sostienen.
El hombre debe llegar a reconocer que el espacio y el tiempo son subdivisiones necesarias de una realidad única, que las limitaciones que personifican, y que proporcionan límites necesarios. Pueden convertirse en escalones para lo ilimitado y en un verdadero medio para que un electrón cualquiera en el espacio se convierta en un universo o para que un universo se convierta en un electrón. La inspiración del aliento sostenido del Espíritu Santo y la expiración crean un remolino de conciencia en anillos concéntricos, que se desplazan rápidamente hacia el extremo de la periferia de la manifestación.
La mente finita puede hallar difícil, al inicio, captar este principio. Para facilitarlo, expliquemos que la conciencia de Dios que sostiene el Universo, también se encuentra dentro del hombre.
Ahora bien, si la conciencia de Dios que sostiene el universo se encuentra dentro del hombre, ¿es irrazonable suponer que el hombre también puede encontrarse dentro de la conciencia que sostiene el universo?
En el intercambio macrocósmico-microcósmico, en el gran flujo de la vida, del deleite. De la alegría sin límites, el hombre percibe la unidad de todo lo que vive; y reconoce que su papel de receptor de los beneficios del universo conlleva la necesaria devolución de los beneficios de su propia conciencia creadora al universo. Hay alegría en la construcción del templo de la vida, pues el orden templado y el servicio templado crean en el individuo un sentido de construir cuando todo lo que hay a su alrededor es la destrucción de valores, moral y fe. Pero en el templo encuentra su papel constructivo entre los papeles de destructividad que los hombres han elegido para sí.
Muchos dicen: “Destruyamos para poder construir”. Que recuerden que antes de poder construir sabia y correctamente toda tendencia a la destrucción debe ser extirpada de su conciencia; porque la ley creadora, al hacer que se extienda la realidad de Dios hacia el marco del orden natural, automáticamente cancela sus imágenes imperfectas.
No hay necesidad de mantener en la conciencia un sentido de destrucción, ni siquiera un sentido de condena. El amado Jesús dijo: “Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para que condene al mundo, más para que el mundo sea salvo por él”. El secreto del Árbol de la Vida puede encontrarse, pero el aspirante debe renunciar primero a su sentido personal, a su sentido de separación de Dios y de la vida, de manera que la conciencia universal pueda fluir hacia él. El aliento del Gran Alquimista se convertirá así en el suyo propio.
No es, entonces, el “yo” personal el que hace las obras, sino el Padre en mí el que hasta ahora obra, y yo obro. El Padre que hasta ahora obra es el esfuerzo creador del universo que realza la visión de la perfección de la vida para una humanidad que se desplaza hacia adelante. El “yo” que obra en la individualidad consciente uncida a la Presencia YO SOY de la Realidad universal. Es el Hijo que obra con el Padre de Todos para producir en todo hombre, y para cada hombre, la suma de la gloria que conocimos juntos antes de que el mundo fuera.
Si manifestaciones imperfectas frustran las funciones de la ley kósmica, entonces recuérdese que el Espíritu acrecienta la calidad de la vida. Gracias a los hermosos dividendos que rinde la aceptación por parte del hombre de su realidad y del flujo de la vida, éste llega a identificarse totalmente con el Espíritu que no tiene forma. Puede entonces, en la manifestación de la forma, crear una relativa perfección, como Arriba, así es abajo.
Tal como el gran Maestro advirtió a sus discípulos: “Sed, pues, perfectos, tal como vuestro padre que está en el Cielo es perfecto”, de la misma manera nosotros deseamos disuadir a la mente de los aspirantes a alquimistas de la idea de que la forma no puede perfeccionarse dentro de un marco relativo.
Admitimos que, según los patrones de evolución, las formas y las ideas se autotrascienden en la gran progresión kósmica de la vida, pero también vemos que dentro de un universo trascendental los científicos han sido capaces de perfeccionar sus métodos e inventos a lo largo de las épocas históricas. Así han sido establecidas las dispensaciones de la ciencia, con la esperanza de que, al  aliviar a los hombres de sus faenas ingratas, utilizarían su tiempo y su energía libres para desarrollar su conciencia crística, que supera y trasciende la mente y el ser mortales del hombre.
La Gran Hermandad Blanca está al corriente de la influencia tan enorme que pueden ejercer en la mente juvenil las tendencias destructoras de la música y el arte. Muchos de los jóvenes de hoy no tienen normas con qué juzgar aquello con lo que se los alimenta, sencillamente porque desde sus primeros años han estado enmarañados en una telaraña de oscuridad que a ellos les parece ser creación de la luz.
Es difícil por ello extender las alas del espíritu Santo hacia estas almas jóvenes, pues el intelecto humano que incita a sus egos rebeldes los ha convencido de que la forma libre y la ausencia de restricciones es el medio por el cual alcanzarán la autorrealización.
Nada podría estar más lejos de la verdad, púes la autodisciplina es el requisito del momento. Pero estas almas sin domeñar no renunciarían a su voluntad humana por nada ni por nadie, de modo que para el príncipe de la oscuridad es fácil encontrar discípulos entre quienes han sido subvertidos desde sus primeros años.



La Alquimia Más Elevada 2 de 2*

La alquimia más elevada es la precipitación de la conciencia crística; todos aquellos a los que sea dado el hálito de vida tienen la obligación solemne de transmitir los preceptos de la sagrada sabiduría antes de pasar la antorcha de la responsabilidad a la siguiente generación. El antiguo proverbio: “Instruye al niño en la manera en que debe conducirse, y aun cuando fuere viejo no se apartará de ella”, se convierte así un mandato para todos los hombres. Al buscar un medio para mejorar las tensiones y la calidad de la vida, deberían considerar y reconsiderar sus mandatos hasta que estén efectivamente entretejidos en toda la estructura del esforzarse por el futuro.
La inmortalidad, la avaricia, el egoísmo, el deshonor, nunca han proporcionado, en ninguna edad, recompensa alguna, excepto la destrucción de las espirales del futuro. Sólo la luz puede levantar, ya sea en la civilización o en el hombre individual. Sólo la luz tiene el poder de dotar a nuestra nube del entendimiento de que es nuestro propio futuro –tejido hoy a partir de las energías controladas de nuestra existencia y dotadas resueltamente de nuestra visión superior y de nuestra más rica fe –el que dará el fruto de la prodigalidad al Universo, con la calidad divina creadora más elevada.
A medida que os preparo para esfuerzos más avanzados realizados por amor a vosotros y a la humanidad, es esencial que os dote, lo mejor que pueda y por medios espirituales, de la visión de lo que Dios es. Aun en nuestras octavas más altas es imposible, para aquellos de nosotros que estamos todavía en un estado individualizado inferior, darnos cuenta plenamente de quién y qué es el Gran Alquimista. Pero nos podemos acercar al Sanctasanctórum;  nos podemos aproximar trascendiéndonos a nosotros mismos tal cómo Él se trasciende eternamente, transformándose de gloria en gloria por obra del Espíritu universal.
Nunca nos aburre ni nos cansa el esfuerzo invariable de cambiar, pues sabemos que, a cada paso que damos, tiene lugar un salto infinito en nuestras alturas. Dios se identifica tan bellamente con cada parte de la vida, que hay alegría en toda la creación cuando el Yo Superior da el salto gigante. En las palabras del Cristo a sus antiguos discípulos: “Entraré delante de vosotros a Jerusalén”.
La Ciudad de Dios, la Ciudad de Paz, el parlamento kósmico del hombre: éstos son los frutos del amor del Padre, de la idea del Gran Trascendentalista, del Eterno Alquimista, el Gran Espíritu, Dios el Padre. Cristo el Rey. El que baja las montañas y levanta los valles que quita a los poderosos de sus asientos y exalta a los humildes, hace todas las  cosas para producir el summum bonum de la realidad última para cada parte de la vida.
Su prodigalidad está más allá de todo reproche, y si Sus preceptos hubieran sido atendidos en cualquier época y en cualquier sociedad, las espinas de esa época hubieran sido mitigadas y abatidas. Las fragancias de la rosa hubieran envuelto a la época y se hubieran manifestado el aprendizaje, la cultura y la belleza más elevados. La pena y el sufrimiento hubieran terminado en un sentido relativo y, con el entendimiento, el arco dorado hubiera podido ser visto por todos dentro de los límites de su realización inmediata. La puerta de oro se hubiera abierto de par en par y el corazón del propósito se hubiera percibido detrás de todo ello.
La naturaleza y el Dios de la naturaleza conspiran para producir universos por los siglos de los siglos, el gran magnetismo diurno, las prendas universales que, como hombre y mujer, como positivo y negativo, Espíritu y Materia, están diseñados para producir las maravillas de la vida. Su belleza deslumbrante y maravillosa puede encontrarse en cualquier lugar, pero para algunos es un movimiento ostentoso ante el cual se retraen; para otros es un himno universal de propósitos.
Pero aquellos de nosotros que no amamos nada con mayor fuerza que guiar a la humanidad de palabra y acción, es la oportunidad del eterno Buda, el brote inicial de la flor de la realidad gozosa cuya fragancia no invade todo; penetra la calidad de la vida, retira los olores de la oscuridad, lo abarca todo. Revela el significado y el propósito del Amor que renace al sacrificarse. ¿Qué más puedo decir ahora que estamos ante el umbral?
Digo que enciendo una luz dentro de vuestro ser. Sea grande o pequeña, que la llama se expanda siempre y que os ayude a forjar, para vosotros mismos y para la gloria del Gran Alquimista, una vida plena de interés en asumir e dominio y en ser uno con el Gran Modelo.
¡Ah, amemos juntos! Estemos juntos y veamos juntos el movimiento distante que anhela aproximarse.

Gratamente quedo,

Saint Germain.

(Alquimia Saint Germain)

domingo, 20 de marzo de 2016

EL CAMINO DEL ÁRBOL DE LA VIDA 1 de 2

EL CAMINO DEL ÁRBOL DE LA VIDA

El fervor que aspiramos a comunicar puede asimilarse. El fuego de nuestra mente y espíritu puede absorberse con una simple lectura y la aplicación de la conciencia, del corazón. Sabemos que el hombre puede entrar, por inducción, en un estado más elevado.
La lectura y relectura sincera de nuestras palabras, hasta que se conviertan en parte integrante de la conciencia del aspirante a discípulo, pueden crear, y de hecho crean, en él una clave gracias a la cual se desarrolla su propia habilidad alquímica.
Se ha despertado tanto interés por la creación de la nube en muchos de vosotros que quisiera seguir exponiendo sobre ella.
La nube es el medio por el cual el hombre cambia su destino, no digo que no haya otros métodos que puedan efectivamente lograr este propósito. Cada acto kármico tiene su propia recompensa.
Cada acto que realizan los hombres, cada pensamiento que piensan deja huella en su vida, pero muchos de ellos están teñidos negativamente, de ahí que se manifiesten en forma destructiva. Llegan al azar, a través de experiencias que los hombres no gobiernan; porque, cuando los hombres no gobiernan su mundo, las circunstancias del mundo lo gobiernan a él.
Con la creación de la nube, pues, buscamos trascender el tiempo, el espacio y aun el karma: cortando en muchas de las viejas espirales, abreviando el tiempo en que el hombre se dé cuenta de su propia realidad divina y ayudándole a darse cuenta, en forma avanzada, de benevolencia del Señor Universo.
Hay muchas escuelas de la Hermandad. Hay muchos métodos para obtener logros. En nuestras comunicaciones a través de The Summit Lighthouse aspiramos a asistir a nuestros estudiantes en la expansión de su conciencia con facilidad. Tratamos de unir el cuerpo de Dios en la Tierra creando primero el entendimiento tanto de la belleza como de lo práctico de la verdadera alquimia. No estamos interesados en formar una sociedad de magos que vayan por ahí haciendo supuestos milagros –aunque admitimos que el alquimista experimentado puede hacer eso precisamente con este curso.
En lo que estamos interesados, es en suscribir a nuestros estudiantes a una hermandad y un cuerpo universales que ya existen en espíritu en la Gran Hermandad Blanca. Estando en un plano invisible, esta orden, que reúne a los alquimistas del Espíritu, requiere una unión con la humanidad encarnada. Pues sólo a través de esta asociación podemos formular los conceptos más hermosos y confortadores que permitirán, a todo el hogar mundial, respirar el aire de la libertad e imbuirse de los fuegos del destino en sus aspectos individual tanto como colectivo.
El hombre debe ver y saber que tal como es, y tal como actúa los demás también son y actúan. Así, pues, en percepción y en acción el hombre puede dotar a las páginas de la historia de una iluminación reveladora, cumpliendo así los fíat de Dios “! Señoread la Tierra!” y “¡ Poned el ejemplo para el siglo!”. Con cada acto de gracia, al hombre se le dota de más gracia. Cada paso que dé en la maestría de sí mismo lo coloca más alto en la dignidad kósmica, hasta que al fin es coronado a través de los misterios eternos con la realización completa de su propio potencial.
Entonces, nuestra nube, en respuesta a algunas de vuestras preguntas, puede volverse físicamente tangible. No es necesario que sea ése el caso para dotaros de las más elevadas gracias. Con la nube podéis atraer hacia vosotros a los santos testigos de Dios que han vivido en todas las generaciones, que Lo han llamado bendito y que Él ha bendecido.
A través de la luz y el fuego de la nube podéis liberaros de la mediocridad de la época actual y de la degradación de épocas anteriores, así como de los efectos acumulativos en la psique humana. Podéis, por así decir, desgarrar el velo del Sanctasanctórum si vuestro objetivo es la comunión con el Altísimo, como fue el objetivo es la comunión con el Altísimo, como fue el objetivo de Moisés en el desierto del Sinaí. Con la nube podéis alcanzar la plena perfección de vuestra gloriosa Presencia YO SOY.
Luego, a través de vuestro contacto con la Presencia YO SOY, la Presencia de todo ser, podéis desarrollar una cultura del Espíritu en niveles inferiores que proporcionará una escalera de seguridad por la que otros podrán subir. Nunca ha sido necesario, independientemente de cuáles manifestaciones externas o de cuáles energías astrales viles quieran entrar en vuestro mundo, rendirse a tales depredaciones. Tenéis el poder del Cristo para desechar estados de conciencia indeseables.
El Gran Alquimista vive dentro de vosotros. Vosotros vivís dentro de él. Por lo tanto, a través de vuestras experimentaciones conscientes con la nube podéis rodearos del medio con el cual producir transformaciones.
En nuestro examen de quienes a lo largo de los siglos han trabajado con la nube, hemos notado que los que estaban convencidos de la realidad de la nube que se atrevieron a dotar su conciencia y su ser de las cualidades propias de la nube, fueron cada  vez más eficientes en su uso. Para ellos, cada experimento cotidiano de crear cambios ha sido cada vez más fácil.
Espero que en este curso intermedio os haya comunicado las ideas que deseaba comunicar. Sin embargo, entended por favor que todo el poder y toda la gloria sólo pueden irse manifestando dentro de los conceptos del curso en su totalidad.
Es mi esperanza, igual que al crear esta serie cuando produje por primera vez los Estudios Sobre Alquimia, elaborar un día para vosotros los Estudiantes Avanzados Sobre Alquimia. Entonces podremos ofrecer a los hombres una bella trilogía: la primera sección sentará la base de ideas con la llama dorada de la iluminación; la segunda, ésta, proferirá el rayo de amor que, por medio de la nube del Espíritu Santo, dotará de vida a vuestras ideas; y la tercera, que explicará cómo hacer que sea permanente aquello que creéis con el poder de la Palabra hablada.

EL CAMINO DEL ÁRBOL DE LA VIDA 2 de 2

Esta trilogía será especialmente valiosa para quienes no sólo están interesados en la “magia”, sino que también reconocer que la alquimia es el medio de renovar la juventud, primero en las entrañas del hombre y luego por toda su conciencia y manifestación. Si esto se logra, no podrá menos que ser el medio de enriquecer el pensamiento individual y mundial.
Ahora bien, al sopesar el experimento correcto en vuestros esfuerzos alquímicos, recordad que los estereotipos que abundan en el mundo no son todos desagradables. De hecho, hay muchas obras literarias históricas y culturales magistrales que describen estereotipos divinos o arquetipos, como los llamaríamos. No es necesario que el estudiante, en sus experimentos alquímicos, evite todo lo que parece ser ordinario. En muchos casos, más que hurgar en los lugares comunes, es más importante que evitéis calificar  cualquier cosa de trivial, pues en realidad puede constituir una gran idea.
No temáis adoptar pensamientos hermosos porque alguien los pensó primero. Ya vendrá el momento en que se desarrollará en vosotros una gran singularidad. Pero hasta que no seáis más diestros en vuestros experimentos, es más importante que vayáis por camino seguir –esto es, si es a la velocidad combinada con la exactitud a lo que aspiráis.
Llega un momento en que el hombre trasciende la valla de lo que sus propias pautas de experiencia le pueden enseñar. Allí los inmortales están listos –al igual que mientras todavía está aprendiendo las elecciones de la Tierra—para ayudarlo a expandirse en cada faceta de sus empeños, sean humanos o divinos. El progreso no se rige tanto por lo que el hombre desea hacer os er, ni por lo que el mundo tiene que ofrecer, como por su propia realización de que puede ser todo lo que Dios quiere que sea, con sólo que acepte ese mero pensamiento.
No busquéis, entonces, lo extraño; más bien contentaos con ser un buen hombre o una buena mujer. Poneos en manos de Dios, en manos del padre de todos, que se preocupa por los pájaros del aire y por las florecillas frágiles que duran el hálito de un momento.
¿No pensáis que a Él le importáis más vosotros que la yerba del campo que se marchita –Él, que os tiene en tan alta estima que os da Su conciencia, que crea un universo para vosotros, una Madre universal, la Naturaleza misma, y que impregna esa Naturaleza de los fuegos de Su propio Espíritu…todo por vosotros…todo por vosotros? Más el hombre es como la yerba del campo cuando así se estima, cuando, en la mediocridad, el egoísmo, el engaño y el sentido de lucha personal, lo único que busca es el reconocimiento del exterior.
Que los hombres busquen no para que otros hombres piensen que son grandes, sino para reconocer en el interior la grandeza de Dios inherente en todas las manifestaciones de la Vida. Entonces su alquimia contendrá la alquimia de llegar a ser perfectos.
No digo que no haya otros misterios por revelar en relación con la alquimia. Sé que los hay. Lo que digo es que
El camino del Árbol de la Vida,
El secreto perfecto
Que Dios ha guardado de los curiosos
Y los profanos,
Sigue siendo un misterio penetrable
Para aquel que no se avergüenza
De llevar sus alas,
Para aquel que comprende
La diligencia de cada día,
Para aquel que se limita a extender la mano
Con la confianza amorosa en que el destino nuestro es,
Para aquel que está dispuesto a dejar atrás
Un pasado que no ha producido
La belleza exuberante que anhela,
Para aquel cuyo corazón aspira, como el cáliz,
Al más elevado y dulce,
Al más noble y mejor, al Señor,
Con el deseo de que se le otorgue,
A él y a todo fragmento de vida,
El mejor de los regalos.
En tono íntimo, amoroso,
De comunión interna, declara:
“¡Oh, Padre, hágase Tu Voluntad y no la mía!”
A él se le otorga el premio supremo, 
La palabra “dominio”.
Es el Hijo, el alquimista,
El amado,
Él puede multiplicar los panes y los pescados,
Caminar sobre las aguas,
Cumplir sus deseos y los de otros
Y ser el Gran Benefactor.
En él prevalece el Espíritu Inmortal,
Y la última Tule puede ser vista.

Me suscribo, sinceramente, vuestro amigo inmortal,
Saint Germain

jueves, 17 de marzo de 2016

Jesucristo y Saint Germain 1 de 2

JESUCRISTO Y SAINT GERMAIN, LOS GUÍAS DE LA ERA DE ACUARIO

Los Maestros Ascendidos Jesucristo y Saint Germain, los encargados de pasar la antorcha de la conciencia crística y del YO SOY EL QUE YO SOY para las dispensaciones de Piscis  y de Acuario, ocupan, en la larga historia de la Tierra y los seres que en ella evolucionan, un lugar entre los grandes libertadores de las naciones que hacen uso de los fuegos sagrados de la libertad: la salvación a través de la resurrección del alma.
El sendero de iniciación que conduce a la reunión del alma con la Presencia YO SOY (la ascensión) a través del mediador, el Yo Crístico –la puerta abierta a la Realidad Divina que ningún hombre puede cerrar--, lo ejemplifica Jesús, el Guía de la era de Piscis.
El bautismo del fuego sagrado del espíritu Santo, que recibió el Salvador, es revelado por el Maestro de la era de Acuario Saint Germain, al entregar al pueblo de Dios la dispensación de la séptima era y del séptimo rayo: la llama violeta omnimisericorde del Consolador y su aplicación en la acción de saldar el karma personal y planetario con la ciencia de la Palabra hablada.
Saint Germain es “la voz del séptimo ángel” anunciado en Apocalipsis 10:7, que viene a consumar e misterio de Dios, “como Él lo anunció a Sus siervos los profetas”. En el siglo XI a. C, encarnó como Samuel, sacerdote y profeta del SEÑOR que fue criado de su primera infancia para urgir reyes y emitir juicios sobre Israel.
Como patrocinador de los Estados Unidos de América –cariñosamente llamado “Tío Sam” --, está llamando a las doce tribus de Israel en los cuatro confines de la Tierra ara darles a conocer su verdadera identidad de portadores de luz, comisionados para servir al lado del Anciano de Días en la liberación de los cautivos de la Tierra. Saint Germain trae a la memoria de las ovejas perdidas (almas reencarnadas) de la casa de Israel el nombre del SEÑOR Dios: YO SOY EL QUE YO SOY. Les enseña a demás, el poder de esta Palabra perdida conferido a Moisés y a los profetas, y que también tuvo un lugar prominente en la misión de Jesús en Galilea. De esta Palabra que en verdad se hizo carne en Jesús dice Juan el Amado: “Aquél era la verdadera Luz que alumbra a todo hombre que viene al mundo”.
Gracias a las Enseñanzas de Jesucristo y Saint Germain, tú también puedes conocer al SEÑOR por mediación de tu Yo Crístico, tu Yo Real anunciado por Jeremías como EL SEÑOR, NUESTRA JUSTICIA y por Zacarías como EL JUSTO. Por esta Presencia interior todo hombre conocerá al SEÑOR (la Palabra) cuando se siente a meditar, como observó Miqueas, debajo de su propia vid (su Santo Ser Crístico) y debajo de su higuera (la Poderosa Presencia YO SOY y cuerpo causal).
Jesucristo y Saint Germain, junto con las huestes celestiales en su totalidad: Maestros Ascendidos, Elohim, arcángeles, ángeles e hijos siervos de Dios, que forman el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca (la multitud de santos vestidos de blanco de la que San Juan dio testimonio), han venido de la Escuela de Misterios que se encuentra en niveles internos, en estos momentos del viraje de los ciclos de Piscis a Acuario, para enseñarnos cómo invocar este nombre del SEÑOR, para enseñarnos fórmulas alquímicas gracias a las cuales podamos investirnos de nuestra cristeidad individual, al mismo tiempo que vencemos al mal personificado y el velo de energía de nuestro propio karma negativo, los llamados pecados de nuestras vidas pasadas.
Por la ley de la transmutación, invocando la llama violeta consumidora de Dios, en el nombre de la Presencia YO SOY, los estudiantes de los Maestros Ascendidos de todo el mundo resuelven  sus relaciones, transmuta registros de su karma, quitan la mancha de la mortalidad de su psique y obtienen la victoria sobre la “bestia” del yo idólatra.
Esta gran victoria de la Luz sobre la Oscuridad en el enfrentamiento individual con las fuerzas de Armagedón, fue anunciada por Jesucristo a su discípulo Juan cuando escribió en Apocalipsis 12: 11: “y ellos (los verdaderos Santos de Oriente y Occidente) lo vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio”.
La sangre del Cordero es la esencia, o “Espíritu”, del Cristo Kósmico. Su Persona y Su Enseñanza, que fueron mantenidos ocultos para los hombres durante miles de años por los falsos Cristos y gurús, los falsos pastores y profetas: por los impostores de todos los ámbitos, la Iglesia, el Estado, los gobiernos y las economías de las naciones. Ahora, gracias a los Maestros Ascendidos y sus Mensajeros, el conocimiento del SEÑOR y de los misterios divinos que se conservan en la Gran Hermandad Blanca hasta ell tiempo señalado, está siendo sacado a la luz para que todos vean y conozcan la Verdad que los hará libres.
La palabra de su testimonio es su testimonio ante la Amada Presencia YO SOY –nuestro Dios que está con nosotros—y su aplicación, por mediación de ÉL, de la ciencia de la Palabra hablada, gracias a la cual, en oración, meditación, decretos dinámicos y comunión con el Señor, Sus hijos e hijas se convierten en el instrumento efectivo del Cristo Universal y de Su labor sagrada.
Son ellos los que tienen el testimonio de Jesucristo, que no trae a la memoria el Espíritu Santo en los dictados de los maestros Ascendidos a los Mensajeros. Las oraciones, mantras y decretos que emanan de la Palabra –incluso el AUM (OM) sagrado, sonido universal y sílaba de la Divina Madre--, pronunciados,  por dispensación de los maestros Ascendidos, por sus discípulos no ascendidos, son el medio por el cual los portadores de luz se sobreponen a la tiranía del mundo y al culto idólatra de los archiimpostores de la humanidad (ángeles caídos encarnados que se encuentran entre nosotros), en estos momentos finales del siglo XX.
Esta Gran Victoria que seguirá a la “Gran Tribulación” fue decretada por Dios Todopoderoso, tal como la llegada de los Maestros Ascendidos y su comunicación del Evangelio Sempiterno a los portadores de luz de “toda nación, tribu, lengua y pueblo”.
Jesucristo y Saint Germain nos dan la enseñanza de que debemos hacer nuestro todo decreto divino, toda profecía y todo pacto escritural del SEÑOR y luego mantenemos firmes para contemplar la salvación de nuestro Dios.
Como libertadores de judíos y cristianos, musulmanes, hindúes, zoroastrianos y confucianistas –y los luchadores cuya labor sagrada es su religión en la Divinidad--, Jesucristo y Saint Germain proclaman que el Mesías ha llegado en la Persona del Santo Ser Crístico de cada hombre, la sede de cuya conciencia y autoridad en los hijos de Dios está en la llama trina, la chispa divina de la Trinidad sellada en la cámara secreta del corazón.
Jesús, el Hijo del hombre, que personificó la Luz no exclusiva, omniabarcante del Hijo de Dios, vino a enseñarnos el camino del Cristo encarnado no solamente en si mismo, sino como el legado de cada hijo e hija de Dios. Así, nuestro hermano y amigo, y salvador verdadero de nuestra alma de la Muerte y el Infierno, cumplió la ley y la palabra de los profetas, cuyo sendero fue desplegando la habilitación progresiva de esta misma Palabra que alcanzó su culminación en la resurrección y la ascensión de nuestro Señor y de todos los que le siguieron en el sendero de la regeneración del alma.
En verdad, y en la verdadera ciencia de la religión que enseñó, todos los hombres pueden declarar, y declararán, junto con el bendito Hijo de Dios: “YO SOY (Dios en mí es) el Camino, la Verdad y la Vida”, y comprender que es el YO SOY EL QUE YO SOY, el Señor Dios que mora en ellos, quien es, era y por siempre será el Camino, la Verdad y la Vida.

Jesucristo y Saint Germain 2 de 2

Los retratos de Jesús y Saint Germain fueron pintados por Charles Sindelar, famoso artista e ilustrador norteamericano de los años veinte y treinta. Jesucristo se le apareció al artista durante veintidós días consecutivos, a las dos de la mañana, además de que la imagen del maestro se le apareciera sobre la tela y la plancha de grabar durante el día, distrayéndolo de su trabajo, hasta que escuchó el consejo de un amigo, que le dijo: “pinta lo que has visto”.
Tras cinco días de trabajo continuo, el retrato fue concluido.
Charles Sindelar no quedó satisfecho con la boca y por ello, la quinta noche, a las dos de la mañana, Jesús volvió y se quedó hasta que el artista hubo perfeccionado en la tela el retrato del Maestro, que se encontraba frente a él.
Los Mensajeros atestiguan que el retrato pinta a Jesús exactamente como es, tal como ha aparecido frente a ellos en los retiros de la Hermandad, en su casa y en el estrado durante los dictados.
Han confirmado que el retrato de Jesús lo pinta tal como se presenta en el Retiro del Royal Teton, “en consulta con Saint Germain y el Maestro de Venus, que es muy alto”.
Varios años después de haber terminado el cuadro de Jesús, Saint Germain se le apareció Sindelar en la persona de Guy Ballard; el artista terminó su retrato mientras el Mensajero servía de punto de anclaje para mantener el campo energético y la Presencia Electrónica de Saint Germain. También en este caso los Mensajeros han declarado que la apariencia de Saint Germain es en verdad la del Maestro Ascendido, quien es su patrocinador y el patrocinador de América y de las naciones del mundo.
Los devotos de la libertad del planeta Tierra lo conocen desde hace más de setenta mil años; su gran amor y sus sacrificios han permitido que los seres que evolucionan en la Tierra posean el uso de la llama violeta para la transmutación de todas las energías mal calificadas de la conciencia humana que se interponen entre el alma y su salvación (salvation), o Self-elevation (autoelevación) a través del Cristo personificado en Jesús, el Salvador, la plenitud de la Palabra encarnada.
Los Maestros Ascendidos Jesucristo y Saint Germain han dado su vida, así como si apariencia en estas pinturas, en prenda amorosa y generosa para la salvación de la Tierra y los seres que en ella evolucionan, para que “la Tierra esté llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR (la Presencia YO SOY), como cubren el mar las aguas”. Ni los Maestros ni sus retratos se pueden confinar a credo, religión, doctrina o dogma alguno, ni puede su nombre invocarse para sellar la interpretación privada de alguno de la ley o de las Escrituras.
Estos benditos Maestros Ascendidos son el amigo íntimo, el guía, el instructor, el consejero y el consolador en el sendero de la vida; caminan de la mano de los portadores de luz en esta era. Todos los que los invoquen en el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY recibirán la bendición de la manifestación inmediata de su Presencia Electrónica: la plenitud de su cuerpo lumínico tangible concentrado en el tiempo y el espacio dentro del aura del discípulo.
El devoto puede visualizarse con la mano derecha en la de Jesús y la izquierda en la de Saint Germain. Al invocar a estos dos grandes guías de las doce tribus de Israel, el devoto de la Verdad puede saber con la certeza de la ley kósmica –según la cual el Llamado obliga a la respuesta—que estos Maestros Ascendidos no lo abandonarán mientras siga obedeciendo los principios y la práctica de la Verdad, la Vida y el Amor a la Ley del Uno y a la Llama interna de Dios, el YO SOY EL QUE YO SOY.

Alquimia
Saint Germain

domingo, 13 de marzo de 2016

Saint Germain Trilogía* Sabiduría/Poder/Amor*


Amor 1 de 8

AMOR

Apreciados buscadores de vuestra propia libertad:
Sabed que el pleno Poder del tres por tres es el poderoso moméntum del flujo de Amor que se desprende del corazón de Dios. Llenando el universo de alegría abundante, fluye hacia vuestro propio corazón. Ésta es la fuente kósmica de Amor puro que brota como el resplandor victorioso de cada manifestación en la naturaleza, en las huestes angelicales y en el hombre.
Es a este Amor de Dios al que debemos rendir tributo siempre que absorbemos las fragancias florales de los capullos de natural belleza que se mecen a la luz del sol y el suave viento. Este Amor es también el Poder motivador detrás de todas las acciones de los ángeles. Por consiguiente, aquellos que quieran aproximarse muy de cerca a las huestes angelicales para poder recibir su protexión, su resplandor y sus bendiciones, harán bien en mantenerse constantemente armoniosos y rechazar toda forma de discordia humana.
El Amor más grande que pueda encontrarse en el hombre, es el Amor que da su vida para guardar el bienestar de sus semejantes.
¿Qué mayor servicio puede prestarse a la vida que manifestar sencillamente Amor?
Recordad, el verdadero Amor es el gran imán que atrae el Poder del corazón de Dios, cargado de Su Sabiduría sagrada. El secreto para evocar el Poder, entonces, radica en el corazón del Amor. Debe reconocerse aquí que los hombres y las mujeres del primer rayo que con éxito invocan el Poder, lo hacen volviéndose hacia el gran Poder del Amor y obteniendo de ahí el Poder de Dios.

Amor 2 de 8

A. La Labor Perdida del Amor en la Complacencia Humana

Lamentablemente, por una ignorancia, y a veces por intolerancia de nuestros lectores andan buscando fallas en nuestra enseñanza y en nuestros conceptos. Ahora bien, la mente humana puede ser muy tramposa y obtusa. Si los individuos están decididos a encontrar fallas o contradicciones en nuestras palabras, podéis estar seguro de que la encontrarán.
Entonces, también, a los detectives que anden buscando falacias en los Logos mismo, les será fácil encontrar una falsa respuesta  o una conclusión errónea con los mismos sistemas de la lógica humana que, a petición suya, apoyarán o justificarán sus propios fines según las premisas que se tomen.
Lamento que a individuos como ésos los muevan sus vacíos de autoconocimiento y el deseo de autojustificación, pero no me mueve una excesiva preocupación por ellos. Algún día buscarán humildemente la Verdad.
Sin embargo, sí me preocupan los individuos sinceros, y por ello hablaré de la ley de las relaciones tal como ocurren en las polarizaciones de la conciencia humana – en contraposición a la ley de la polaridad divina inherente a cada atributo, o “beatitud”, de la Divinidad.
Algunos de vosotros saben que el estudio de la relación de opuestos en los planes de la relatividad se refleja en la dialéctica del filósofo alemán del siglo XIX George Hegel, quien teorizó que el proceso de pensamiento del hombre, y todo cambio histórico, son el resultado del interjuego de tres elementos: tesis, antítesis y síntesis. Según este observador de las fuerzas de la vida, toda tesis genera su opuesto, o antítesis, y la interacción de ambas produce una síntesis que las trasciende a ambas. La síntesis resultante se convierte a su vez en una nueva tesis, y el proceso se repite una y otra vez.
Así, en la dialéctica hegelina, todo progreso es el producto del inevitable conflicto de fuerzas que se oponen-principio que Karl Marx volteó al revés en su “materialismo dialéctico”, en el que sustituyó el idealismo de Hegel por el materialismo económico. En tanto que Hegel defendía el valor del Estado y veía en el proceso dialléctico el desenvolvimiento del principio espiritual, Marx tildó al estado de mecanismo de explotación y proclamó que todo progreso surge de conflictos que tienen que ver con los medios económicos de producción.
Vosotros que comprendéis que la premisa de la enseñanza de los Maestros Ascendidos es la Ley del Uno, no siempre tomáis en cuenta esta ley de la relatividad que gobierna el bien y el mal relativos, que perciben los psicólogos, los científicos y los filósofos mundanos. Más aún, en el mundo de maya, donde el bien y el mal siempre están “relativamente” en oposición, debemos habérnoslas también con el mal uso de los Absolutos que son el Poder, la Sabiduría y el Amor, de los que hemos estado hablando. Por ello hablaremos de ambas ecuaciones, la humana y la divina.
La Ley del Uno, basada en la unidad del Ser, también opera dentro del marco estructural de la razón humana y de los sucesos humanos, y cuando cierra el círculo en la experiencia individual sustenta la Verdad y expone el error.
Pero la percepción humana del mundo “con dos ojos”, adquirida después de apartarse del autoconocimiento prevaleciente en el Edén en el Uno y como el Uno –cuando la visión del mundo del hombre y la mujer dejó de ser única, en el inmaculado ojo omnividente de Dios, y se convirtió en la misma que la de la banda de los ángeles caídos seductores llamados serpientes--, empezó a haber, inalterablemente, dos lados en toda ecuación humana, siempre esperando que tenga lugar el vaivén del péndulo: caliente/frío, izquierda/derecha.
Pero no es éste caso de la ecuación divina. Aquí la verdadera Polaridad Divina de Alfa y Omega, el más/menos de la Divinidad, y de cada miembro de la Trinidad, son las contrapartes Masculino/Femenino del Ser. Ellas son completamente, no opuestas, y siempre cumplen la Ley del Uno como el Todo Divino. Pero, en la condición humana, así como hay un polo positivo hay un polo negativo en cualquier situación dada. Éstas son fuerzas opuestas, rivales por naturaleza y mutuamente destructivas. Por ejemplo, si la tesis es el amor humano, su antítesis será alguna forma de opuesto polarizado del amor: odio, miedo, sospecha y hasta leve desagrado, que son humanos. Su síntesis será una versión diluida de ambas sin compromiso con ninguna.
Ésta es la tibieza de la mediocridad que Jesús desdeñó cuando dijo: “Porque eres tibio, y no frío ni caliente, te escupiré de mi boca”. Y ésta es precisamente la razón de que la evolución económica de la humanidad según Marx y Lenin no conducirá nunca a una conclusión divina: la autotrascendencia siguiendo las Leyes del Amor, la Ley del Uno que contiene en sí la verdadera Trinidad – Poder, sabiduría y Amor – como la triada del ser de todo hombre y toda mujer.
Apartada de los indecisos, que son inconstantes en todo, la Verdad divina permanece en calma como un Sol de Amor para deshacer hasta el más frágil concepto humano y para revelar la Ley del Uno.

Amor 3 de 8

B. La Premisa Original y la Polaridad del Amor

Ahora escuchad la palabra del SEÑOR.
En la premisa original de la Divinidad, el Poder, o la voluntad de ser, es la tesis. La Sabiduría es la antítesis y el Amor es la síntesis.
Como la Sabiduría atrae la inteligencia inherente en el Poder de Dios, llevándola hacia fuera, hacia el Mundo de toda ideación que ahora está expresada, los dos se vuelven Uno, y despliegan la revolución gloriosa del Amor como la gran síntesis del Poder y la Sabiduría. El Amor como consumación de la esencia del Poder/Sabiduría, se convierte entonces en la nueva tesis que personifica la más plena realización de Sí misma en la Obra del SEÑOR, el encarnar el Tres-en-Uno en toda acción manifestada.
Esta verdadera síntesis de los Atributos Divinos revela que el Amor, la Sabiduría y el Poder son en realidad el Uno indivisible/Todo indiviso que no puede dividirse ni divir: sus átomos cantan mientras trazan las esferas: “Somos Uno, somos Uno, somos Uno…”
Pero esto no es todo. El fuego blanco kósmico de la Madre Universal hace su aparición ahora. Nacida de la unidad de la Triada Divina, Ella, a quien me gusta llamar “la Luminosa”, sale de su estado latente en el núcleo ardiente de la llama trina para convertirse en la antítesis, o polaridad divina, de esta tesis de la Trinidad. Y a partir de esta unión se produce la síntesis de la múltiples manifestaciones del Todo: los hijos e hijas de Dios, cada uno una nueva premisa que personifica el Cuádruple Atributo: Padre, Hijo, Espíritu Santo y Madre.
Cada autoexpresión del todo sintetiza de manera única sus cualidades haciendo uso de su fundamental libre albedrío en la llama de la libertad –no debido a algún hecho irremediable de las fuerzas históricas o económicas en turno que esclavizan a la raza, sino por la Unión en la Ley del Uno, y luego por los Tres, rodeados por la Cuarta, la Madre Bendita. Ella manifiesta su naturaleza complementaria como la Shakti de cada Persona de la Trinidad, emitiendo, desde el centro blanco como el alcatraz de cada pluma, desde la polaridad masculina (+) del Poder, la Sabiduría y el Amor, la manifestación femenina (-) en los mundos de la forma.
Cuando estos cuatro se convierten en los pilares del tiempo de las llamas gemelas, en los cimientos de su magna obra de todos los tiempos, ellas a su vez se convierten en pilares en el templo de nuestro Dios. Y no hay otros cimientos, ni falsas premisas, ni conclusiones sintéticas que puedan echarse, porque el Hombre, simiente del Altísimo, contiene la tesis, la antítesis y la síntesis originales en la trilogía de la llama trina que está dentro de su corazón.
También es el Hijo-hombre de la Madre, y contiene dentro de sí su átomo-semilla y su fuego sagrado. Nadie puede despojarlo de estos cimientos cuádruples de su Ser, a menos que él mismo sucumba por elección el embuste, y los embusteros que dirigen a la cuadrilla de conspiradores capitalistas/comunistas internacionales que esparcen sus cultos seudometafísicos del materialismo  y de la dialéctica en el planeta Tierra.
Ahora veamos cómo es que definen en Verdad el Amor los Amantes de Dios.
El sendero del Amor ardiente, que es el fuego sagrado de Dios que todo lo consume, consume incluso la fuerza del Anti-Amor, el Mal absoluto de los ángeles perversos en contra de la Divinidad, pues el Amor Divino es más que Amor; es Poder y Sabiduría autocontenidos en Uno –y en algunos. En esto estriba el misterio del Amor. El Amor es más que efecto o causalidad menor, es la Primera Causa y el punto de la Luz más allá de cualquier luz o de cualquier oscuridad. El Amor es todo Amor que sobresale por encima de las expresiones y los intercambios visibles del Amor.
¡El Amor es la fuerza kósmica invencible!
El Amor verdadero, el Amor divino, con toda su magia, puede ser conocido de todos modos por las llamas gemelas que habitan en la zona limítrofe del amor adulterado. Porque el Amor es siempre puro y no contiene en sí ninguna fuerza autocontaminante, automulitadora, como el miedo al fracaso, el miedo a la Verdad, el miedo a la Vida, el miedo a ser Amor. Ningún jugueteo, ningún juego de poder de la psicología humana puede obnubilar el verdadero Amor, pero sí puede obnubilar el humano no incubación, que está a la espera, mientras alimenta a los rebaños de la conciencia, de que el ángel del SEÑOR perturbe las aguas de la mente y eleve una sola gota al Sol, con lo cual la tela del amor humano se rinde al abrazo del Amor Divino.
El verdadero Amor es siempre comprensivo, aunque no siempre necesariamente comprendido. Habla con la voz de la autoridad del Pastor, no con la del lastimoso tirano; corrige, retirando con sus llamas acariciantes las capas del autoengaño del niño-hombre. El Amor como disciplina tiene la dureza de la Mente diamantina de Dios, que es la única que puede atrapar al ego tirano y liberar al cautivo. Del corazón del Cristo, con verdadero Amor, pueden con sencillez pronunciar las palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
El Amor no tiene imitadores, porque sólo Dios es Amor. Queridos, en el sentido humano del amor, la tesis y la antítesis del amor están autocontenidas. Así, hablando desde el punto de vista humano, lo que tiene la capacidad para el amor humano, también tiene la capacidad para el odio humano. Y éste es precisamente el origen de la tragicomedia de la vida. Pero la Vida no es así.
En el Absoluto –donde no hay autodesintegración, donde la ley de la síntesis humana no neutraliza el más y el menos del imán divino --, los atributos del Poder, la Sabiduría y el Amor de Dios están siempre personificados en la polaridad de las llamas gemelas que representan el Todo Divino del Dios Padre-Madre. En la tradición hindú estas encarnaciones divinas de los Principios masculino y femenino de cada pluma de la Trinidad reciben un nombre y son veneradas como emanaciones de la Deidad.
En esta relación de los Absolutos Divinos el Padre es la tesis, la Madre es la antítesis y todas sus creaciones, incluyendo, el fruto de la Conciencia Crística de ambos, es la síntesis: su razón de Ser y de ser la Encarnación Divina.
Lo que ocurre cuando los Amantes Divinos se encuentran en el Abrazo Divino del Tai Chi – el Gran Cuerpo Causal de Dios – es su contribución neta al Kósmos. Lo mismo ocurre cuando las llamas gemelas retornan al ovoide de fuego blanco de su Origen. Sólo en esta Unión última (la celebración de la Sagrada Comunión de Alfa y Omega) puede realizarse plenamente el propósito creativo de su Ser.
Así, los Amantes Divinos que realizan el intercambio más/menos del atributo de Poder, se identifica como Brahma y Sarasvati, que ejemplifican la encarnación masculina y femenina de la Fuerza kósmica. (Nótese que la palabra que utilizo para describir este yin y yang no es síntesis, pues si cualquiera de las dos mitades del Todo perdiera el magnetismo de esta polaridad de fuerza kósmica, los mundos de la forma se derrumbarían; entonces, ¡intercambio si, síntesis no!.
En la perspectiva hindú, Brahma, la figura del padre, la Primera Persona de la Trinidad, se describe como el Ser Inmenso, el Creador, el Supremo Gobernante, el Legislador, los Sustentados y Fuente de Todo Conocimiento, mientras que Sarasvati representa la elocuencia, la Madre que articula la Sabiduría de la Ley. Ella es la Madre/Maestra para quienes aman la Ley como una voluntad de Dios revelada por Brahma, así, ella es el Poder de la volición, la voluntad y la motivación para ser la Ley en acción, la Fuente, el río y el lecho del río para que fluya el conocimiento universal como apreciación de la Ley del Creador autocontenida en cada partícula de la creación.
De la misma menar, la pareja en polaridad que comprende la Ley del Uno en el atributo de la Sabiduría es conocida y venerada como personalidades reales: Vishnu y Lakshmi, que abarcan el círculo de cualidades atribuidas al uno o a la otra, pero que sin embargo, comparten amorosamente y de las que se desprenden divinamente en la esfera remolineante de la Unicidad.
Así, en el cielo dos es igual a Uno Todo indiviso; en la Tierra dos en uno a menudo sacrifican su verdadera identidad en aras de la síntesis humana que se convierte en la nueva tesis: la distinción de las dos partes de la premisa original neutralizada en la corriente movediza de la relatividad. Pues, notad, la relatividad no tiene una polaridad fija. Y en ello radica su mutabilidad.
Pero arriba, en el brillante resplandor del Sol, Vishnu, el Hijo inmortal, es la encarnación de la sabiduría del Cristo Kósmico, cuya esencia es duración, la cualidad de la perseverancia, la continuidad misma de la conciencia de Dios. Es la cohesividad personificada, que une con el Amor de la sabiduría las fuerzas kósmicas concebidas en la Mente Universal; su camino es la liberación por el Autoconocimiento en el Yo Divino Superior.
Vishnu, cuyas más famosas encarnaciones han sido Rama y Krishna, siempre Hari en manifestación, es el Protector que todo lo penetra; es el que protege, por medio de la percepción en Dios del anti-Yo (y luego su aniquilación) que despojar al Yo Verdadero antes de nacer en sus hijitos. Esta Segunda Persona de la Trinidad, es el Preservador del diseño divino concebido en la llama de la Sabiduría a partir de la legítima Presencia del Poder. Es el Restaurador del universo por medio de la Luz omnisalvífica de la Sabiduría, el verdadero Poder de la iluminación de la alquimia del Amor.
Lakshmi, consorte de Vishnu, se identifica eternamente como la polaridad de todo lo que él es; su Sabiduría se revela en  bendiciones de prosperidad, la precipitación de la abundancia por medio de la ciencia de la Prakti y Purusa y el control de las cuatro fuerzas kósmicas. Ella porta una cornucopia de buena fortuna a través del “ojo mágico” del ojo omnividente de su Amado. Ella enseña la maestría de los ciclos kármicos en el reloj kósmico, y la multiplicidad y la belleza –del Uno y de los muchos que proceden del Hermano Uno—reflejando la imagen de la Sabiduría de Dios.
También cobra vida el Espíritu Santo en los encantadores personajes de Shiva y su Shakti. Cada uno es una esfera y a la vez la mitad del otro; estos complementos divinos del Amor son la prueba  viva, para todas las almas que Aman, de que lo opuesto al Amor Divino no es el odio, sino el equilibrio, sea de carga masculina  o femenina, de la compasión, de la afabilidad que reprende con firmeza, dando y recibiendo gratitud como el modo pasivo y activo del mismo verbo, “amar”.
La naturaleza dual de Shiva, el Señor del Amor, también el Destructor/Libertador, la complementa su consorte, que en múltiples formas es tanto destructora de demonios como salvadora de niños. Parvati es el nombre de la afable “hija de la montaña”, la benéfica y gentil Madre y Esposa. el rostro de Durga es el de la feroz defensora de sus hijos, terrible y amenazante para sus enemigos .. la “Diosa Inalcanzable”--, mientras que Kali, otra metamorfosis de la naturaleza femenina de Shiva, representa la noche suprema de la Madre que devora la telaraña de karma y los mundos del tiempo y el espacio que la contienen. Complementa el Poder de Shiva en la destrucción, por Amor, del velo de energía (ilusión). Es la Madre que entrega su vida por la Causa de su consorte y de sus hijos, su terrible apariencia es símbolo de su Poder ilimitado.
Así la encarnación esférica del Amor Absoluto por parte de las Llamas Gemelas Kósmicas, consume las fuerzas del mal Absoluto en la forma y en las personas del Anti-Amor que despliegan sus filas en contra de Él. Personifican esta fuerza los traidores del Amor originales, los ángeles caídos, que querrían, si pudieran, transferirla a los hijos del Amor. Recordad siempre diferenciar entre la polaridad pura del Ser autocontenida en el Amor, y el Amor diametralmente opuesto por una fuerza ajena y externa Él –y no cometáis el error de confundirlos.
La Ley de la perversión por el mal uso del Principio original en la práctica de la magia negra por parte de los adeptos del camino de la izquierda, como vemos, es confusa y está mezclada con la adaptación de la síntesis hegeliana a la visión del mundo del comunismo, para que la teoría resulte, deben plantar semillas de corrupción en toda tesis que desean devorar con la creación de una antítesis sintética y fraguada.
Si la Verdad Crística es la premisa de la Vida abundante en la Tierra, la mentira del Anticristo como la oposición a todo lo que la Verdad Crística es y representa, será una antítesis que habrá que derrumbar, que romper que poner en entredicho y que destruir.
Y el diablo se regocijará, mostrando sus piyamas rojas y diciendo: ¡Vedme, ved mi camino de gozosa mediocridad, ved mi síntesis de dos sistemas opuestos que no funcionarán sin mi intercesión y sin mi experiencia!
Pero el agua y el aceite no se mezclan, ni la esclavitud y la libertad, ni los caminos del Cielo y los de la Tierra. No hay solución humana en disolución de la Tesis Divina. Las llama kósmica del honor se yergue sola (alone), toda una (all-one), como la espada flamígera de dos filos para guardar el árbol de la vida de todo hombre.” Su pureza todo consumidora es su única respuesta a cualquier atacante sintético, antitético de su Divinidad intocable.
Y el alquimista divino conoce la armonía de sus elementos y cuál es la mezcla que ocasionará una explosión y lesionará a la vida, cuál es el solvente universal y cuál será el elemento que cambie los metales básicos en oro –y cómo limpiar las impurezas de las gemas, también de la gema del corazón.
Porque s pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos los míos, dijo el SEÑOR. Y ninguno será forzado a rozarse con demonios vestidos de filósofos portando su piedra blanca y su solución tergiversada que acabará convirtiéndose en su propia disolución.

Amor 4 de 8

C. La Roca que es Más Alta que Yo

Por tanto, en Amor debéis ir hacia arriba. Debéis estar a la altura de los estándares del Amor, porque el Amor divino no se debe poner en entredicho ni tampoco puede ser simulado. El Amor es la Roca que David sabía que era más alta que el Yo.
“Condúceme a la roca que es más alta que yo” –imploro. De manera que las palabras opuestas de crítica y condena, las palabras de juicio severo o hipócrita, o las palabras malintencionadas no brotan espontáneamente de un corazón como éste, acostumbrando a estar en sintonía, sí, un corazón que vive y respira la poderosa llama del Amor de Dios.
Acaso no hemos oído, tal como Juan oyó: “El que o ama a su hermano, al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto?”. Esta máxima sigue siendo Verdad cuando se expresa así: “Si no ves a Dios y no sientes Su Amor, no puede amar verdaderamente a tu hermano”. Por ello Cristo ordenó a los suyos “que el que ama a Dios ame también a su hermano”. Por consiguiente, dejad que vuestros actos sean el indicador de vuestro grado de realización es este sendero del tercer rayo. Porque ellos hablan. Y en verdad lo harán, más que para vosotros mismos.
Sabed que el verdadero Amor que inspiró a los universos sólo puede ser atraído del corazón de Dios, el centro de todo Ser –la Gran Fuente de la Vida (Poder), de la Verdad (Sabiduría) y del Amor, y de cualquier rasgo amable que brote de ellos. Yo diría entonces que como no hay otra fuente de Amor que Dios, y como hay tantos que han estado “ausentes del SEÑOR” durante tanto tiempo, éstos en verdad han perdido de su interior incluso el mecanismo espiritual para entender aquello que ya no poseen.
Ahora bien, si hay alguien que sienta que no es capaz de pedir Amor para sus semejantes, o compasión para el mundo y sus problemas, dejadlo que entienda que este problema indica un estado de aridez espiritual. Naturalmente, ésta es una severa desventaja para el aspirante en el Sendero que puede derivar de rigidez mental y dureza de corazón, los productos del miedo y del odio de si mismo.
Pero el Amor Perfecto desecha todo temor y todo tormento que el miedo engendra. Y por ello tu alma necesita que se le inculque el eterno Amor por medio de una poderosa invocación –ferviente en el Espíritu santo.
El que teme da prueba de que todavía no se ha hecho perfecto en el Amor. Niega el principio fundamental de su relación con Dios y, concomitantemente, con su amada llama gemela. Sin fe en esta relación no puede haber ningún otro Amor duradero porque como dice san Pablo, “sin fe es imposible agradar a Dios”. Sin fe en el Amor es imposible para nosotros estar contentos con nosotros mismos o con ninguna de nuestras relaciones, todas las cuales caen bajo el palio de las primicias de nuestro Amor/confianza en nuestro Dios Padre/Madre y nuestra contraparte divina.
Como dijo Cristo a sus discípulos: “! Echad la red a la mano derecha del barco, y hallaréis!”. Así dejad que todos los que quieran manifestar más Amor reconozcan su necesidad de estar más sintonizados con Dios Todopoderoso a través del registro en el cielo del Padre, la Palabra y Su Espíritu Santo; pues aun aquellos que no sienten el palpitar del Amor Universal, y que no han logrado que su emisión sea amplificada en beneficio de la vida en la Tierra pueden corregir, a través de la Trilogía celestial, su falta –que, añadidura yo, no debe ser tomada a la ligera.
A menos que vosotros. Como alquimistas del fuego sagrado, aspirantes a adeptos de los  misterios, constantemente encendáis el Amor –el Amor como compasión y suavidad, el Amor como tolerancia y tacto, el Amor como aprobación y apoyo, paciencia, sufrimiento e indulgencia, el Amor como gratitud y perdón misericordioso—y lo extendáis activamente como una llama en flor, como una rosa esplendorosa cuyos tiernos pétalos despliegan todas estas cualidades, y muchas más, la ley del equilibrio de la Justicia Divina hará que el aspecto Sabiduría y el Aspecto Amor de la llama trina se reduzca al mínimo común denominador de vuestra pluma del Amor externalizada.
No puedo con honestidad decir que me asombra el número de buscadores espirituales que desean Poder sobre sí mismos – maestría – y sobre otras partes de la vida – control –ignorando la Gran Ley que exige que un hombre exprese un verdadero y perdurable Amor a Dios, a sí mismo, a sus semejantes antes de poder poseer tanto Sabiduría como el Poder de aquel mismo Amor que dio nacimiento a la creación.
Recordad que tal como Dios no puede ser invocado en parte, la “llama no alimentada” –la plenitud de la llama tripartita de Poder, Sabiduría y Amor –debe ser invocada en su totalidad y plenitud desde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo revelados por Jesucristo. Pues ella es su foco del Todo Divino, la chispa creativa del deseo de Dios dentro de vosotros; y no hay manifestación parcial que pueda generar la acción de reducción del Todo que detenga la antítesis de la Luz, la Oscuridad que quisiera que te aferraras a ella, que quisiera a atormentar, esclavizar y poseer tu alma.
Solamente tu lealtad al padre y al Hijo, tu esperanza y tu caridad en el Espíritu del perpetuo Asistente, liberarán a tu corazón cautivo así como la Luz y al espíritu del buscador de las garras de la división interna y de los que dividen. Así, día con día se expanden la gloria y el poder del reino de Dios desde el interior de la llama trina del corazón –la flor más extraordinaria.





Amor...5 de 8

D. Definición del Amor

Hemos de reconocer que existen muchos tipos de sentimientos a los que se da el nombre de Amor pero que en Realidad no lo son.
En esta entrega de nuestra Trilogía no dirigimos nuestras palabras enteramente a los iniciados avanzados ni a los que son apenas principiantes, sino a un punto medio del cual ambos podrán obtener beneficios.
Así que definamos nuevamente el Amor. Como los mundos fueron conformados por el Amor, el Amor es tanto sagaz como potente porque cada parte de la llama no alimentada es complementaria de toda otra parte y del Todo. Sin embargo, ¡el Amor en esencia es el ser más íntimo de Dios! ¡Porque el Amor en acción manifiesta (manifest action) esw Dios en manifestación (manifest-ation)!
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna”, este Amor de Dios por nosotros se expresa plenamente en el don de la Presencia del padre entre nosotros, en Su don del Hijo a quien conocemos y amamos en Jesucristo, en el Emanuel de nuestro Yo Crístico, y en el don del Espíritu Santo.
Todo aquel que ama nace del Espíritu y encuentra el cumplimiento del Amor en esta Trinidad y en su expresión en todas las partes de la Vida. Puede así decirse. Y con verdad, que el que no ama no ha nacido todavía a la Vida, porque no se conoce a sí mismo ni a su hermano en la imagen y la semejanza del Amor.
Este Dios que es Amor, pues, nos mandó la chispa divina, la llama trina cuyos tres atributos, Poder, Sabiduría y Amor, son la Luz que enciende todo Amor, la Palabra que graba y la Palabra grabada que es la única que puede elevarnos a la Fuente que es este Amor más allá del Amor expresado.
Ciertamente, amados míos, el Amor es la santidad del SEÑOR con nosotros. Y en su nombre decimos SANTDAD AL SEÑOR.
El Amor es penetrante y expansivo; el Amor es envolvente y transmutador; el Amor es perdón y comprensión. El Amor es sabiduría y fortaleza. El Amor es virtud y pureza. El Amor  es dedicación y constancia. El Amor es todas las cualidades de Dios combinadas con un ingrediente agregado todavía no plenamente conocido por el hombre o la mujer no ascendidos –que, por múltiples razones, no podemos definir aquí ni revelar; sólo podemos decir que ¡la plenitud del Amor es el secreto mismo de la Vida!

La Obediencia Secreta del Amor
El Poder y la Sabiduría recogen la intención del Amor
La abundancia de dirección divina en el tallo que, doblado,
Inclina el oído para atender al llamado del Amor
Que da forma al árbol de la vida, 
Enhiesto y alto.
Como las cimas que apuntan a las alturas nubosas,
El Poder de la Luz obediente del Amor,
La diadema de la Vida, resplandece
Y sus motivos, como griales, dan un lustre divino.
Es el Amor que excede los planes mortales,
Que refuerza con obediencia las exigencias del Amor,
Que desbarata el terruño fatal
Y, con la mirada hacia arriba, contempla el rostro de Dios.

Juan vivió la Verdad que escribió, que “el que vive en Amor vive en Dios y Dios en el”. En verdad, amados míos, ésta es la ecuación perfecta de Dios en el hombre y del hombre en Dios –la consumación de vuestra Unicidad en el Cristo Universal.
Pero Juan también  comentó sobre vuestro perfeccionamiento de este Amor. Sólo el desafío del Anticristo a su alma pudo haber producido estas palabras: “En esto es perfecto el Amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio”. Este juicio es la separación del camino entre lo Real y lo irreal dentro de vosotros –vuestra redención a la premisa original del Amor. Pero es también la última partición de la Luz y la Oscuridad en escala apocalíptica de la espada de dos filos del Amor. ¡Y vaya que lo es! Armagedón es el día de vuestra elección de convertiros en el Yo Real en medio de las guerras mundanas de los dioses.
El valor de seguir caminando en la soledad del Amor, cuando a vuestro alrededor los necios malgastan y destrozan las creaciones del Amor, debe basarse en siglos  y siglos de fe fincada en la confianza en el Amor Todopoderoso. Retar al Adversario adentro y fuera sin temor, en defensa de la unidad del Amor, ésta es ciertamente la iniciación que debe anteceder, como un requisito, el matrimonio alquímico. Para pasarla necesitáis la intercesión de Chamuel y Caridad, los ángeles del Amor del SEÑOR, que Él os enviará en respuesta a vuestro llamado.
Amor Divino es, pues, el valor de defender al Amor frente a cualquier enemigo y saber que Sólo Amor, y el Amor del Uno en Todos, te sostendrá. Habiendo dicho y hecho, ¡entra en el gozo de tu SEÑOR!

Amor...6 de 8

E. El Amor a Sí Mismo el Amor Familiar

Atisbemos ahora dentro del reino del yo de cada individuo, incluso de tu propio Yo, y percibimos el significado del Amor a Sí Mismo. Tramo por tramo iremos sin temor separado el trigo de la cizaña (tares) (y también las lágrimas [tears]), y paso a paso en la maestría del Amor ascenderéis por la escalera en espiral de los grados del Amor.
El amor egoísta no es Amor a Sí Mismo. El amor que no busca compartir con toda otra parte de la Vida de Dios, sino que quiere poseer esta Vida para sí, reteniendo a la gente, las cosas y las ideas en el dominio de la exclusividad, no es más que amor egoísta. Esto es el atavío idólatra del ego.
El Amor que no busca su propio bien sino el de los demás, pidiendo abundancia para que éste pueda extender las glorias de la Vida y compartirlas con las multitudes, es una manifestación del Amor más verdadero. Éste es el verdadero Amor a Sí Mismo: el amor del Yo Verdadero en todos.
El Amor a Sí Mismo, o el Amor del Yo Verdadero, no genera falta de respeto ni indiferencia; por el contrario, regenera la fe del hombre en la Bondad inherente en todos y le enseña, aun cuando admite la posibilidad del error humano, que el error no forma parte del Yo Real.
Cuando las faltas humanas, que no son más que registros temporales en el archivo de las experiencias del hombre, son expurgadas por acciones nobles y la llama violeta, y las desigualdades son corregidas por el servicio a la Justicia Divina, el fruto de las lecciones abnegadas se manifestará en un altar despojado de todo  deseo ilegítimo.
El páramo del corazón purificado proveerá el altar apropiado sobre el que la llama no alimentada hará algo más que flamear. Sus pulsaciones en aumento se expandirán al ritmo de la Vida para elevar a todos aquellos con los que entre en contacto, comenzando por el aspirante mismo.
El verdadero Amor a Sí Mismo es el cimiento de toda otra relación.
Ahora bien, existen muchas formas de amor humano, y éstas tienen que ver principalmente con el contacto del hombre con otras partes de la Vida. Está el amor que el padre y la madre se dan el uno al otro y a sus hijos, y el amor de éstos por sus padres. El amor entre hermanos, parientes, vecinos, el siervo y su señor, el discípulo y el Maestro.
Está el amor de los ángeles por los humildes y el de Dios por Su creación más elevada. Está el Amor del Gurú y del Enviado por todo chela de buena voluntad. Y hay chelas que se aman unos a otros y aman al Gurú posado en cada sector del Kósmos, cantando alabanzas a los seres libres en Dios que gobiernan las esferas.
Y por doquier está el Amor que despeja los misterios de la Vida.
Formando y llenando el molde del Todo que es Amor, la Gran Ley ha considerado conveniente encargar a los padres de este mundo la responsabilidad de traer a la manifestación a los hijos del Altísimo, pues, que las influencias maternales y paternales están destinadas a ser matrices patrocinadas divinamente, y que así fue desde el principio.
La persona del padre, que representa la polaridad positiva, masculina, de la Divinidad, tiene una responsabilidad  maravillosa y majestuosa para cada uno de sus hijos, mientras que la madre, que nutre y cuida al pequeño desde el periodo de la concepción, la gestación y el nacimiento, tiene una responsabilidad muy parecida al portar la llama del loto de Sabiduría a lo largo de la vida del niño que nace.
Mientras tocamos este tema, es mi deseo consciente aclarar, de una vez por todas, ciertos malentendidos sobre el alumbramiento en el mundo de la forma y del uso de las fuerzas vitales y regeneradoras por parte de nuestros hijos e hijas en el Sendero.
Primero permítaseme decir que a menos que haya algunos portadores de luz que estén conscientes de la pavorosa oposición a las almas evolucionadas que aspiran a nacer en este planeta, portadores de luz que están deseosos en cada era de ofrecerse como vehículos para las corrientes de vida santificadas y avanzadas que nacen, sería extremadamente difícil para nosotros ayudar a darles el entrenamiento apropiado a partir de una edad temprana, que la Gran Ley requiere para que puedan cumplir su misión en este mundo tenebroso (aunque ya seréis ya se está aclarando e iluminando gracias a los decretos de llama violeta de los devotos, y ¡pronto será conocido como una estrella de libertad!).
¡En el nombre del cielo, amados míos, cuidar el cuerpo, la mente el alma y el nivel de energía de un niño santo que nace, es una tremenda responsabilidad! Precisamente por esta razón muchos desean patrocinar a estos niños en planos internos y ser sus guardianes espirituales, ya que algunos han transcendido la edad de dar a luz a un niño, aunque algunos tal vez elijan apadrinar, por así decir, a las corrientes de vida que nacen –un servicio bueno y necesario--, permítaseme señalar que hasta hoy el proceso natural de traer hijos al mundo prosigue en la Tierra, y en consecuencia se necesitan desesperadamente padres y madres con dedicación.
Es verdad que en los niveles superiores se está dando atención a algunos estudios para modificar el actual sistema de dar a luz, para hacer que el proceso sea indoloro y más inmaculado, que haga que las evoluciones de la Tierra se eleven a una nueva era crística.
Sin embargo, debemos ser prácticos y dar entrada al Poder del Amor de Dios para que fluya a través de sus hijos e hijas, tanto para generar como para regenerar a la vida toda en la Tierra.
No podéis negar, porque las evidencias os rodean, que al lado de los portadores de luz el planeta está lleno de niños que obviamente inmaculado, independientemente de lo que parezca que está en juego, y para cuidar a los herederos de las promesas de los contagios astrales de la vida moderna y de los malos ejemplos que desfilan por doquier. Ciertamente, ¡la maternidad virtuosa, tal como la que ofreció la Madre María, sigue siendo un requisito del momento!
Como estoy ocupándome aquí de las interrelaciones entre las personas, quiero señalar que en el caso del patrono y del empleado no debe existir ninguna forma de esclavitud no de tiranía. Es responsabilidad tanto del empleado como del patrono cuidar que esta esclavitud no se dé. Por tanto, que “permanezca el amor fraternal”.
La Palabra del SEÑOR registrada en el segundo capítulo del Génesis, trae a la mente el perdurable tributo del Amor con la creación de las llamas gemelas en el ovoide de fuego blanco y su Amor divino que perdura para bendición de toda otra relación humana: “No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él”. Ahí donde el karma de las llamas gemelas no les permite estar juntas en determinada vida, las almas compañeras como socios en el sendero, sido reunidas para algún servicio especial, también proveen la polaridad de la totalidad kósmica para que sea nutrida en la Tierra en los papeles complementarios de Alfa y Omega.
Esta afirmación del Génesis sobre la soledad del hombre ha sido interpretada correctamente también con el significado: “No es bueno que la manifestación sea sólo una; por ello, haré partes individuales de mi unicidad”; o, como prometió Dios a Abraham: “Multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la playa”.
Y así, dejad que el mutuo amor de las partes individuales y por el Todo sobrepase el amor a sí mismo y se exceda hasta alcanzar una expansión del Amor dentro de la creación en honor del Creador, encontrando así la reunión con la Vida única que es el Todo en todos.

Amor...7 de 8

A. Amor Crístico

El gran Poder reverente de la creatividad que inunda de múltiples y maravillosas formas a la naturaleza y al hombre, que crea seres kósmicos y mensajeros de fuego, sostiene en la Mente kósmica la Verdad de que un amor no totalmente integrado a la totalidad del Kósmos en su unicidad no sería Dios (God), no sería Bueno (Good).
En la melodía en que la Bondad demanda alguna manifestación objetiva de sí misma para amar, la voluntad de Dios, grande y creativa, es crear muchas Expresiones de Sí Mismo en la forma: el maravilloso designio de las llamas gemelas que descienden del Sol para develar en la carne el rostro de Alfa y Omega de tantas maneras –hijos e hijas del Altísimo, hijos del Uno que se mecen en el juego de Amor de los ángeles y los elementales, que cuidan los espíritus a la naturaleza, presencias lumínicas y seres poderosos de las esferas de los Elohim, todos en un gran orden jerárquico, para que cada uno, desde el electrón hasta la estrella, pueda recibir Su Amor, devolver ese Amor no sólo al Sol Central y al Creador, sino también a todas las criaturas que Él ha hecho, que ahora habitan en los mundos periféricos del tiempo y el espacio.
Pocos han alcanzado el nivel de San Francisco de Asís en su comprensión de este concepto relativo a las partes multifacéticas del Todo individuo. Quisiera, por ello, atraer vuestra atención hacia la gran profundidad de la compasión y hacia la verdadera comprensión científica de la psicología del alma, mucho más avanzada que su tiempo, que vuestro amado Kuthumi externo en su encarnación como el querido Francisco, y que sigue siendo en nuestros días, en su estado ascendido. Las cualidades sobresalientes de su servicio junto con Jesús en el cargo de Instructor del Mundo.
Su vida constituyó verdaderamente un mensaje del Amor de Dios hacia todas las expresiones de la Vida que el santo llevaba en el cáliz del corazón.
¡Qué grande fue su ejemplo! Sin embargo, el gran empleo no necesita ser alguien a quien conocéis, o bien puede ser cualquiera de los que conocéis. En la historia del cristianismo el gran ejemplo encuentra su forma y su expresión más pura en la figura y la personalidad divinamente humana de Jesús. Y no estoy blasfemando cuando digo que muchos hombres y mujeres que están en encarnación hoy, por su devoción a Jesús y al gran Yo Divino, han recibido las mismas prendas de amor sagrado del corazón de Dios con que el Todopoderoso dotó a Jesús.
La paloma del Espíritu Santo e ha posado sobre su cabeza y su resplandor de pureza, blanco como la nieve, ha fluido desde su corazón. Aunque no siempre se los conoce bien, los dones divinos de curación, de milagros y de enseñanza y prédica de la Palabra de Dios también se les han otorgado.
Algunos han fundado religiones no nuevas, todos han dado apoyo a empresas santas y han aspirado a ser ejemplo de la pureza de Dios, a lo largo de los siglos ha habido hijos e hijas de Dios maduros que han alcanzado logros considerables en muchos campos –profetas, maestros, reformadores y no pocas grandes luminarias—y que con su Presencia han iluminado al planeta, por su manifestación equilibrada y generosa dádiva de su llama trina desarrollada –a la que por su gracia el Salvador ha agregado su moméntum--, han sido guías en el sendero de la cristeidad individual ordenada por Dios no sólo para uno de Sus hijos, sino para todos los herederos de Su Luz.
Porque a todo aquel que cree en la realidad de la llama crística en Jesús el Maestro tiene el Poder de hacerlo –con el Poder inflamante del Amor, con la impresión de la Palabra--, de hacerlo, digo, más Hijos de Dios. Así está escrito (Juan 1:12), y así el maestro Ascendido Jesucristo inicia hoy a sus discípulos impartiendo fe su llama de corazón a corazón, a aquellos que realizan sus Obras y encarna su palabra.
Quisiera aclamarlos, reconocerles, en nombre de la Libertad, que el mundo no es tan pobre, como a veces se piensa, en manifestaciones de esta gran esencia divina del Amor, sino que ya posee una gran abundancia de Amor divino --¡un Amor que con demasiada frecuencia ni siquiera se reconoce cuando se lo ve!--, un Amor que conmemora la devoción de Jesús a su rebaño y que mantiene los estándares que él puso para aquellos que quisieran seguirlo en la acción.
También les rindió tributo con las palabras: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado…
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. “Nadie tiene mayor amor que éste, que ponga alguno su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando”.
Este Amor, ingrediente esencial de la Vida, fluye no solamente desde Dios en lo alto hacia el corazón de las manifestaciones conocidas o desconocidas de Si Mismo abajo, sino también de los hombres y las mujeres santos que están encarnados, cuyo Amor en forma de devoción y servicio hacia todas las partes de la Vida de Dios día a día se va pareciendo más al Padre y del Hijo en su mutua adoración.
Cuando el hombre penetra la sustancia sagrada del Amor esencial de Dios, esto lo dota, a través del poder del Maha Chohan, de una infusión de esa fuerza vital que hace que el mundo gire.
El que no gire más rápidamente, el que no se despoje más velozmente de su discordia, no puede atribuirse a los impedimentos del Amor divino que sostiene las masas que todavía no saben lo que hacen.
Los corazones –muchos de los cuales anhelan conocer la Verdad y ser libres—que siguen el sendero de intransigencia de sus propios deseos desviados y escupen odio en contra de los hombres de buena voluntad, a los que no comprenden, van por caminos llenos de tropiezos sobre la montaña de la realización.
Y aun cuando el gran vínculo conector, la línea vital que procede de lo alto, como gigantesca madeja de luz y Vida que se deja caer sobre la Tierra, continuamente tira del hombre hacia delante, la tracción producida por el tirar en sentido contrario de estas personas (los recalcitrantes de la generación de estirados), multiplicada por el peso completo de gran número de los que ejercen su libre albedrío en oposición (en antítesis) al Divino, impide efectivamente la manifestación universal del reino de Dios en la Tierra.

Amor...8 de 8

G. La Armonía el Cumplimiento de la Ley del Amor

En el santo nombre del Amor quisiéramos hablar, de manera práctica, de la gran necesidad de guardar y mantener la propia armonía no sólo en los propios sentimientos, sino también en los propios pensamientos, porque la armonía no es únicamente al Ley del Amor, es el epítome del Amor, el signo de los verdaderos héroes conquistadores del Amor.
Ahora bien, como muchos de vosotros sabéis, cuando el pensamiento desea ir hacia la derecha, y los sentimientos tiran hacia la izquierda, con la mayor frecuencia son los sentimientos los que ganan y el pensamiento, justificándose, gravitará en la dirección que ellos tomen, y en muchos casos, a no ser, por supuesto, que los sentimientos estén motivados por el más puro Amor, esto no constituye el cumplimiento de la ley de la armonía; se trata más bien, a menudo, de una transición del alma atrapada entre el  mundo mental y el mundo de los sentimientos. Y el resultado puede ser esa paz sin honor que, como no está basada en Principios, no puede aportar la solución permanente del problema.
Entre todos sus nobles esfuerzos para precipitar sustancias alquímicamente, el hombre no encontrará una clave alquímica más elevada que la pureza  del Amor divino que fluye desde  su conciencia en la forma de pensamientos y sentimientos de Dios –mensajeros alados de la Luz que transmiten bendiciones, que atraen más de su especie y que devuelven al alquimista las bendiciones de la Vida abundante.
El Amor de Dios hecho manifiesto en la llama trina cintila con inmortal brillo. Su Luz vibrante, radiante, omniabarcante comprende los centros de llama solar de todos los sistemas de energía macrocósmicos/microcósmicos interrelacionados, en  manifestación material y espiritual, si se retira el Poder del Amor de cualquiera de ellos, acabarán ciertamente por desplomarse.
Cualquier sistema de mundos, cualquier  cuerpo planetario  o estelar que haya sido disuelto, cualquiera que haya sido la razón aparente o científica, se ha desplomado desde el interior debido al retiro de la carga de Amor desde el centro solar. El lapso transcurrido entre el momento del retiro y el momento de la disolución puede variar de miles da millones de años, en la cuenta humana del tiempo; o bien puede durar unos cuantos microsegundos –o un intervalo entre ellos. Pero la decadencia de cualquier sistema comienza con el retiro de la “piedra imán” del Amor de su centro.
El Amor es, pues, en verdad, el Poder adherente del universo.
Una de las enfermedades más temidas hoy en la Tierra se manifiesta como el resultado del odio que los hombres se tienen, que, cuando se le regresa al remitente, saca el elemento Amor de las células y ocasiona con ello una perversión de su función. Por invasión y metástasis, la enfermedad acaba por extenderse por todo el cuerpo y sobreviene la muerte cuando la forma, cuyas células han perdido el poder adharente del Amor, ya no pueden atraer hacia si suficiente luz para sostener las funciones corporales. Aunque la causa sea antigua, habiendo estado latente por muchas vidas, el karma cierra su círculo. Sólo marejadas de Amor y océanos de llama violeta pueden dar resolución permanente al odio enconado que se aloja en la psique del hombre.
Sin embargo, al día de hoy muchos han prometido cargar el karma del mundo en sus miembros. Santos intachables son los que toman en su cuerpo el pecado mundano del odio humano. De manera que no juzguéis al enfermo, más ayudadlo, ayudadlo. Sanadlo con Amor. Para la curación de muchos tipos de cáncer y otros trastornos físicos, mentales o emocionales, invocar el Amor divino es esencial. Y el sanador debe ser todo Amor en acción.
La respuesta compasiva de Jesús al grito de los dos ciegos: “Ten misericordia de nosotros, hijo de David”, fue una acción personal de Amor divino. Él tocó sus ojos y dijo: “Conforme a vuestra fe os sea hecho”.
La curación de la mujer que tocó su túnica sin que él lo supiera, es un ejemplo de curación de la acción impersonal del Amor divino.
Su respuesta: “¿Quién me ha tocado? Porque yo he conocido que ha salido virtud de mí…”, demuestra que el Cristo Impersonal la había curado a través de él sin su conocimiento previo.
El Amor Divino en el Cristo vivo, el Hijo que está tras cada hijo del hombre, es tanto personal como impersonal; y se cumple punto por punto, en la medida de vuestras capacidades, en cada uno de vosotros a lo largo de los ciclos de la ley de vuestro Ser, la ley que es siempre Amor en manifestación. Cuando la ponéis en práctica, la Ley del Amor une la pureza de la justicia, la misericordia y la libertad en perfecto equilibrio a través de la llama trina que está dentro de vuestro corazón.
Que quienes así lo deseen, descalifiquen la ley como Amor y nieguen sus medidas correctivas como una acción de Amor. Recordad las palabras: “Porque el SEÑOR al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo”.
Para cerrar esta Trilogía, pues, yo os digo que no dejéis que el amor egoísta os lleve por los desvíos del engaño, lejos de vuestros hermanos y hermanas y de las demás partes de la Vida que Dios ha hecho. Recordad también que los han elegido encarnar elementos del mal, siempre andan en busca de dividir a los hijos de la Luz con sutilezas, halagos, hipocresía, intereses de dinero, líos sexuales, etc. –podéis completar la lista por vosotros mismos--; mientras que el verdadero Amor aspira a unir a los hijos e hijas de Dios en la esencia misma de la santidad y del servicio al mundo.
Rendir tributo al Amor es rendir tributo al gran Poder atrayente de la llama tripartita del mismo Dios. El Amor es la llama del Ser de Dios en manifestación. Algún día los científicos del mundo podrán, con instrumentos especiales, medir una porción de la llama del amor y sus energías radiantes, pero nunca habrá un instrumento que tenga una escala lo bastante grande para medir el Poder omniabarcante del Amor infinito.
El Amor infinito se puede expresar mejor como la manifestación de Dios. La manifestación de Dios puede ocurrir en quien sea. Es el destino del hombre que le sacude el polvo. El Amor es, pues, la plenitud de Dios cuando manifiesta al hombre. Yo os digo que no hay límite para la medida del Amor de Dios que cualquiera que quiera puede manifestar. Cualquiera que quiera invocarlo, serlo y compartirlo puede ser la respuesta al llamado y a la vocación del Amor.
Aquí, en el reino del Amor divino está la Ciudad de Dios, la ciudad cuadrangular descrita por Juan el Amado como el lugar de la realización consciente, donde todas vuestras aspiraciones pueden encontrar expresión sin obstrucción. Aquí vuestra alma mira hacia los grandes espacios abiertos de la creación.
El Amor tiene mundos nuevos sin límite que conquistar. El Amor es la Tierra Prometida donde la fuerza de la naturaleza del león se otorga al corazón del cordero, y el Buen Pastor del pacto Eterno los sella a todos en la victoria de la Llama Tres-en-Uno en expansión del Dios-Bien (God-Good), mundos sin fin.
Porque tuyo es el Reino –la conciencia de Dios, Su Sabiduría--.tuyo es el Poder –la fuerza ilimitada, inextinguible para ser y cumplir vuestro destino de fuego—y Tuya es la Gloria –la Luz victoriosa de la diadema de perfección del Amor—por los siglos de los siglos. Amén.
Tu Dios así lo ha querido.
YO SOY, en la causa y al servicio de ña Libertad, vuestro seguro servidor.

SAINT GERMAIN.