C. La Roca que es Más Alta que Yo
Por tanto, en Amor debéis ir hacia arriba. Debéis estar a la altura de los estándares del Amor, porque el Amor divino no se debe poner en entredicho ni tampoco puede ser simulado. El Amor es la Roca que David sabía que era más alta que el Yo.
“Condúceme a la roca que es más alta que yo” –imploro. De manera que las palabras opuestas de crítica y condena, las palabras de juicio severo o hipócrita, o las palabras malintencionadas no brotan espontáneamente de un corazón como éste, acostumbrando a estar en sintonía, sí, un corazón que vive y respira la poderosa llama del Amor de Dios.
Acaso no hemos oído, tal como Juan oyó: “El que o ama a su hermano, al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto?”. Esta máxima sigue siendo Verdad cuando se expresa así: “Si no ves a Dios y no sientes Su Amor, no puede amar verdaderamente a tu hermano”. Por ello Cristo ordenó a los suyos “que el que ama a Dios ame también a su hermano”. Por consiguiente, dejad que vuestros actos sean el indicador de vuestro grado de realización es este sendero del tercer rayo. Porque ellos hablan. Y en verdad lo harán, más que para vosotros mismos.
Sabed que el verdadero Amor que inspiró a los universos sólo puede ser atraído del corazón de Dios, el centro de todo Ser –la Gran Fuente de la Vida (Poder), de la Verdad (Sabiduría) y del Amor, y de cualquier rasgo amable que brote de ellos. Yo diría entonces que como no hay otra fuente de Amor que Dios, y como hay tantos que han estado “ausentes del SEÑOR” durante tanto tiempo, éstos en verdad han perdido de su interior incluso el mecanismo espiritual para entender aquello que ya no poseen.
Ahora bien, si hay alguien que sienta que no es capaz de pedir Amor para sus semejantes, o compasión para el mundo y sus problemas, dejadlo que entienda que este problema indica un estado de aridez espiritual. Naturalmente, ésta es una severa desventaja para el aspirante en el Sendero que puede derivar de rigidez mental y dureza de corazón, los productos del miedo y del odio de si mismo.
Pero el Amor Perfecto desecha todo temor y todo tormento que el miedo engendra. Y por ello tu alma necesita que se le inculque el eterno Amor por medio de una poderosa invocación –ferviente en el Espíritu santo.
El que teme da prueba de que todavía no se ha hecho perfecto en el Amor. Niega el principio fundamental de su relación con Dios y, concomitantemente, con su amada llama gemela. Sin fe en esta relación no puede haber ningún otro Amor duradero porque como dice san Pablo, “sin fe es imposible agradar a Dios”. Sin fe en el Amor es imposible para nosotros estar contentos con nosotros mismos o con ninguna de nuestras relaciones, todas las cuales caen bajo el palio de las primicias de nuestro Amor/confianza en nuestro Dios Padre/Madre y nuestra contraparte divina.
Como dijo Cristo a sus discípulos: “! Echad la red a la mano derecha del barco, y hallaréis!”. Así dejad que todos los que quieran manifestar más Amor reconozcan su necesidad de estar más sintonizados con Dios Todopoderoso a través del registro en el cielo del Padre, la Palabra y Su Espíritu Santo; pues aun aquellos que no sienten el palpitar del Amor Universal, y que no han logrado que su emisión sea amplificada en beneficio de la vida en la Tierra pueden corregir, a través de la Trilogía celestial, su falta –que, añadidura yo, no debe ser tomada a la ligera.
A menos que vosotros. Como alquimistas del fuego sagrado, aspirantes a adeptos de los misterios, constantemente encendáis el Amor –el Amor como compasión y suavidad, el Amor como tolerancia y tacto, el Amor como aprobación y apoyo, paciencia, sufrimiento e indulgencia, el Amor como gratitud y perdón misericordioso—y lo extendáis activamente como una llama en flor, como una rosa esplendorosa cuyos tiernos pétalos despliegan todas estas cualidades, y muchas más, la ley del equilibrio de la Justicia Divina hará que el aspecto Sabiduría y el Aspecto Amor de la llama trina se reduzca al mínimo común denominador de vuestra pluma del Amor externalizada.
No puedo con honestidad decir que me asombra el número de buscadores espirituales que desean Poder sobre sí mismos – maestría – y sobre otras partes de la vida – control –ignorando la Gran Ley que exige que un hombre exprese un verdadero y perdurable Amor a Dios, a sí mismo, a sus semejantes antes de poder poseer tanto Sabiduría como el Poder de aquel mismo Amor que dio nacimiento a la creación.
Recordad que tal como Dios no puede ser invocado en parte, la “llama no alimentada” –la plenitud de la llama tripartita de Poder, Sabiduría y Amor –debe ser invocada en su totalidad y plenitud desde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo revelados por Jesucristo. Pues ella es su foco del Todo Divino, la chispa creativa del deseo de Dios dentro de vosotros; y no hay manifestación parcial que pueda generar la acción de reducción del Todo que detenga la antítesis de la Luz, la Oscuridad que quisiera que te aferraras a ella, que quisiera a atormentar, esclavizar y poseer tu alma.
Solamente tu lealtad al padre y al Hijo, tu esperanza y tu caridad en el Espíritu del perpetuo Asistente, liberarán a tu corazón cautivo así como la Luz y al espíritu del buscador de las garras de la división interna y de los que dividen. Así, día con día se expanden la gloria y el poder del reino de Dios desde el interior de la llama trina del corazón –la flor más extraordinaria.
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