Luego están también numerosos tipos de miedos. Una de sus formas más devastadoras sobre la cual quiero llamar vuestra atención es aquella que aun quienes son sinceros atribuyen a la Divinidad ---dada la propensión de los hombres a moldear a sus dioses a su semejanza. Es el rasgo, enteramente humano, del capricho, que se desprende de una inseguridad profundamente arraigada.
Aun cuando ellos mismos son de natural caprichosos, no soportan el pensamiento de estar sometidos a un Dios caprichoso. Y por lo tanto concluyen, por razones oscuras, nada claras, que ellos mismos desconocen, que su vida no se ha visto favorecida por el universo y que por ello deben retirarse de él. Dentro de este marco mental de angustia tienden a formas agresivas de rebelión, o bien su actitud se torna servil y en consecuencia toleran sentimientos de letargo, depresión y desesperanza.
Está luego la vibración de la duda, sobre la que también queremos hablar. La duda nace del miedo y de la falta de verdadero autoconocimiento, mientras que la duda de sí, como una sospecha siempre al acecho, empuja al individuo a dudar de todos los demás. Habrá algunos que, creyéndose audaces y en posesión de mayor conocimiento del que en realidad tienen, no acepten esta aseveración. No obstante, afirmo que esto es verdad, y cuando, a la Luz de un mayor entendimiento, los hombres hayan despejado su ignorancia de sí mismos, también sus dudas saldrán volando por la ventana.
Pero los hombres deben darse tiempo para alcanzar estas cosas.
Como dijo el Maestro: “En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas”.
Ahora bien, hay muchos otros rasgos e influencias de los que podríamos hablar aquí, pero prefiero no prolongar la enumeración de rasgos negativos que la especie humana posee. Más bien quiero señalar, basándome en un análisis minucioso de los que ya enlisté, que los abusos del Poder que cometen los hombres son creados, ante todo como resultado de su ignorancia y de su falta de comprensión de las leyes que rigen el flujo y el uso de la energía.
Más aún, para las grandes masas que habitan la Tierra, de quienes se ha mantenido oculto hasta un rudimentario conocimiento de la ciencia del karma, es algo difícil explicar los ciclos de reencarnación que predestinan el retorno del Poder mal utilizado para quienes así lo utilizó incorrectamente.
El horror con el que algunos que profesan ser religiosos consideran cualquier doctrina que no sea aprobada por la iglesia de sus padres pesa agobiante sobre su cabeza. ¡Qué lamentable! Pues si quieren ser libres de los grilletes de un viejo dogma, deben abrir la puerta de la mente de par en par, sin miedos y sin prejuicios.
Alquimia
Saint Germain.
No hay comentarios:
Publicar un comentario