Cuatro Cuerpos Inferiores
Ahora bien, es necesario entender con júbilo que la Vida es una, y que el abuso de Poder que cometa cualquier miembro del cuerpo mundial tiene efecto en todos los miembros. Pero, de igual forma, el uso correcto del Poder por parte de cualquier persona en el planeta imparte bendiciones a todos.
El Poder es energía. La energía almacenada en el cuerpo físico puede medirse como la suma total del contenido de energía de todas las células corporales. Cuando esta energía se gasta, es necesario reinfundir de alguna manera a las células de energía para renovar el Poder del cuerpo.
Reinfundir a las células del cuerpo de energía nueva y vital cuando esas células ya están tapadas con la acumulación de energía teñida negativamente (depósitos residuales de Poder mal utilizado debido a pensamientos y sentimientos erróneos) es tanto como negar, parcialmente, el flujo de energía en el cuerpo. Esto puede ocasionar fatiga, o pérdida de Poder, que, si no se corrigen, pueden a la larga causar la llamada muerte: la cesación del flujo del Poder desde la Presencia hacia la forma física.
¡Piénsese en el valor de descargar estas acumulaciones gracias a la electrónica Espiritual! ¡Y luego, gradualmente, acumular la Luz en los cuatro cuerpos inferiores mediante la cuádruple alquimia de la cruz de Malta y la ciencia de la Palabra hablada!
Así pues, es de todo punto necesario entender la relación de los cuatro cuerpos inferiores mientras procedéis a reconstruir el templo del hombre con la sabiduría del maestro de obras.
El cuerpo mental interpenetra el cuerpo físico tal como el agua interpenetra una esponja. Al tener sus propias reservas de Poder, no depende del cuerpo físico más que como punto focal para el flujo y la distribución del Poder. Sin embargo, los cuatro cuerpos inferiores del hombre se interrelacionan de tal manera que, si el cuerpo mental ha de operar con óptima eficiencia, los otros tres deben estar perfectamente alineados con él y entre sí.
Las densidades con que el cuerpo mental se topa en el cuerpo físico (como los perjudiciales residuos de la nicotina, las drogas y los alimentos impuros, o incluso la sustancia del miedo, la duda y la rebelión acumulada en vidas anteriores) tapan las células cerebrales y aprisionan la luz del átomo, impidiendo efectivamente el libre flujo de la luz hacia la conciencia física, y con ello afectando la función de las facultades mentales.
Cuando es utilizado incorrectamente, el Poder del cuerpo emocional se convierte en el más violento y volátil de los cuatro cuerpos inferiores. Cuando lo agitan sentimientos indisciplinados, estas energías emocionales tienden a desviar a los hombres en sus pensamientos y sus actos.
El flujo del Poder hacia el cuerpo mental también depende en gran medida del Poder del cuerpo etérico, o de la memoria. En el almacén de la memoria, lo escrito por nuestras acciones pasadas durante la presente encarnación y las anteriores, queda como un registro electrónico que tiene peso e influencia considerables.
El Poder de este registro, junto con los moméntum generados por el mal uso de la energía, es una presión sutil que afecta el momento presente para bien o para mal (relativamente hablando), a no ser que se someta al control del Poder equilibrador de la gran llama de Dios dentro del corazón: la llama inmortal del Poder, la Sabiduría y el Amor.
Alquimia
Saint Germain.
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